10 cosas sobre fondos de inversión que debes saber antes de los 35 años

INVERSIÓN

15 de agosto

Tiempo de lectura 6 minutos

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¿Te interesan los fondos de inversión, pero consideras que son solo para inversores profesionales o ricos? ¡Olvídalo, es solo un mito! Sigue leyendo, te informamos de todas sus ventajas.
Fondos de inversión

Un fondo explicado de manera sencilla

Hablamos de una institución de inversión colectiva porque agrupa el capital de un determinado número de inversores o partícipes. Es decir, tu dinero junto con el de otros inversores se junta en el fondo y se invierte en función de unos objetivos y siguiendo una política de inversión (en qué tipo de activos, qué rentabilidad se busca, en qué plazo se quiere lograr…).

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Otra ventaja de los fondos de inversión es que son un buen vehículo para lograr la diversificación al estar compuestos por una variedad de instrumentos financieros. Así, si se invierte en renta variable se hace en varias compañías y mercados o un fondo especializado en renta fija puede tener en su estructura más de 60 clases de estos activos con diferentes vencimientos.

¿Qué figuras existen en un fondo?

Un fondo de inversión se compone de tres figuras principales:

  1. Los inversores o partícipes.
  2. Sociedad gestora: administra el patrimonio del fondo siguiendo una política de inversión determinada.
  3. Entidad depositaria: se encarga de custodiar los activos del fondo, así como de vigilar y supervisar su gestión con el fin de velar por la inversión de los partícipes. Esta figura tiene la obligación de comunicar a la CNMV cualquier irregularidad que se produzca.

Tanto la sociedad gestora como la entidad depositaria están sujetas a la supervisión de la CNMV y del Banco de España.

Invierte lo que quieras, no es un producto para ricos

No necesitas tener mucho dinero para invertir en un fondo. El inversor puede invertir en los fondos cualquier cantidad, por pequeña que sea, salvo que el folleto contemple una inversión mínima –se te informará en el momento de la suscripción–, como sucede con algunos fondos muy especializados, que exigen mínimos de inversión. 

Conoce tu perfil de inversor

Esto es un requisito básico en finanzas. Pregúntate por los objetivos que quieres alcanzar, se realista con tu situación económica, piensa qué horizonte temporal te das para logar sus objetivos y el nivel de riesgo que puedes y quieres asumir. La volatilidad y la duración son dos de los factores más importantes a la hora de que el fondo elegido se adecue al perfil de riesgo del inversor.

¿Qué fondo elijo?

Los hay de muchos tipos: monetarios, renta fija, renta variable, garantizado, de gestión pasiva, retorno absoluto, global, fondos cotizados o EFT, fondos de inversión libre o hedge funds, fondo de fondos y fondos de inversión inmobiliaria. La política del fondo, la composición de la cartera y el objetivo de inversión deben venir explicados en el folleto explicativo que está registrado en la CNMV. Además, la entidad comercializadora está obligada a entregarlo antes de la suscripción. Es imprescindible comprender el folleto para tomar una decisión informada, por lo que no está de más que busques a un asesor de confianza a la hora de elegir el que mejor se adapta a tu perfil.

Fíjate en las comisiones

No son iguales así que es importante tenerlas en cuenta. En este artículo (enlace artículo comisiones) puedes conocer los distintos tipos de comisiones que hay.

¿Cómo se calcula el valor de mi participación y la rentabilidad?

El valor de mercado de la participación de un fondo es su valor liquidativo. Este se obtiene al dividir el patrimonio total del fondo por el número de participaciones.

El patrimonio total del fondo está constituido por las aportaciones de los partícipes y los rendimientos generados por las inversiones en que se hayan materializado dichas aportaciones. Además, habrá que descontar los distintos gastos (comisiones). Para conocer la rentabilidad del fondo se debe calcular el porcentaje de variación del valor liquidativo entre la fecha de suscripción y la fecha de reembolso.

Por tanto, la rentabilidad de la inversión de los partícipes estará ligada al rendimiento del fondo. En España, la mayoría de los fondos están obligados a calcular su valor liquidativo diariamente.

Para poder comparar el rendimiento del fondo con el de otros productos, este se suele expresar en términos de interés anual y será necesario anualizar la rentabilidad. En caso de obtener una rentabilidad del 20% y -3% en dos años equivaldría a una anual del 10% y -1,5%, respectivamente.

Ventajas fiscales

El tratamiento fiscal de este producto permite traspasar el dinero a otro fondo sin coste fiscal. Solo se pagan impuestos en el momento que se decida el reembolso de la inversión. La ganancia o pérdida patrimonial obtenida (la diferencia entre el valor de adquisición y el de reembolso) integra la base imponible del ahorro y tributará al 19% (y al 21% a partir de los 6.000 euros de ganancias). El partícipe puede realizar el traspaso o el reembolso en cualquier momento.

¿Qué garantías tengo como inversor?

Es conocido que los depósitos están respaldados por el Fondo de Garantías de Depósitos, pero pocos saben que los fondos de inversión también cuentan con un vehículo equivalente: el Fondo General de Garantía de Inversiones. Este instrumento se creó para indemnizar a los inversores en caso de que quiebre una gestora o una agencia de valores –o sea declarada insolvente por la CNMV– hasta un máximo de 100.000 euros.

Rescata tu dinero cuando quieras

Los fondos de inversión tienen plena liquidez – calculan su valor liquidativo diariamente–. Pueden realizarse operaciones de venta de todas o parte de las participaciones en el momento que se desee. En la práctica, es posible conseguir liquidar la posición en pocos días, salvo fondos de inversión con características especiales: fondos inmobiliarios y hedge funds, a los que la normativa permite establecer una menor liquidez.

En el caso de algunos fondos, como los garantizados, la venta de participaciones puede llevar implícito el pago de una comisión de reembolso que puede reducir la  rentabilidad obtenida, si se realiza fuera de determinados periodos establecidos en el folleto.

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